jueves, 21 de noviembre de 2013

El folklore de Carlos

Perfil de Carlos Rossi



Carlos está sentado en la silla en la que pasa ocho horas diarias. Espera que llegue el fin de semana para tocar. Su oficina es de dos por dos, le inquieta no tener una ventana por la que entre un rayo de sol. Trabaja para la administración pública y siente que su potencial se estanca en el trabajo monótono de todos los días. Es coqueto y sus compañeros de trabajo lo cargan por los pañuelos de colores que usa, a regañadientes les sigue el juego aunque le gustaría mandarlos lejos.
Es alto y sus ojos marrones brillan cada vez que se ríe. Papá de dos nenas  y marido de una mujer que lo tiene loco.
El vienes 8 de noviembre se vistió con unos jeans y una camisa blanca para cantar con su grupo de folklore en el centro cultural La Salamanca. Subió el escenario y sintió un vértigo agradable al ver el salón lleno de gente, entre ellos, amigos y familiares. Esa noche especial tocó en La Plata, su ciudad natal.  
Hace tres años que es integrante del trío de voces “Siempre Salta”. Le gustaría poder dedicar su vida a la música, pero ser padre tiene sus obligaciones y necesita una entrada de dinero fija que su carrera como músico hoy no puede darle.
Ríe cada vez que se pone nervioso y sale victorioso gracias a su humor infantil. Fanáticos de los comics, usa remetas de superhéroes debajo de las camisas de trabajo. Si nota que hay algún interesado en el tema aprovecha para explayarse y contarle sobre su colección de revistas.
Carlos es de corazón sensible y basta con hablarle de la música, del folklore, para que vuelva del letargo que le produce la rutina y comience a volar entre sus canciones.
A los nueve años el papá le regaló un órgano, porque un piano era muy caro. Desde ahí nunca dejó de tocar. Cambió de instrumento, porque le era mucho más fácil trasladar de peña en peña la guitarra.

La cara refleja nostalgia cuando alguien le pregunta sobre el futuro, no se tiene fe. Los familiares más cercanos le dicen que deje de perder el tiempo con la música. Eso a Carlos le duele y le genera incertidumbre. Duda mucho, sobre qué es lo correcto, no sabe si  sus sueños son una ilusión sin porvenir. Hace tiempo que tiene actitud de dejarse llevar, no toma la iniciativa. Sabe que esa pasividad tarde o temprano lo va a dejar estancado en detrás de su escritorio.  

 “En Siempre Salta empecé a cantar y no paré, una vez por semana tenemos alguna guitarreada, recital o peña” “Le quiero dar con todo a esto”.  Y esboza una enorme sonrisa que no le cabe en el rostro.
Participó de festivales muy reconocidos en el mundo de la música del folklore y orgulloso cuenta que en una oportunidad compartió el escenario con Teresa Parodi.

 “No tengas hijos”, aconseja y se arrepiente: “los míos son lo más lindo que tengo”,  dice y se le ilumina la cara como cuando habla de la música.

Busca acercase a gente que lo estimule y que se interese en su canto. Agradece exageradamente la palabra amiga que lo alaba y le dice que no afloje. Cuando se encuentra con alguien dispuesto a escucharlo, desde el ultimo escritorio del conjunto de oficinas de escucha la melodía de su voz.

Marinera norteña para el cumpleaños de La Plata




Ronald Mojalote Martínez tiene 19 años y bailó la Marinera Norteña, una danza originaria de las costas de Perú, en la plaza Moreno por los festejos de los 131 aniversario de La Plata .

Ronald empezó desde muy chico a bailar, esta danza la practica todos los sábados en el Salsodromo de La Plata ubicado en 122 e/ 65 y 66. “La Marinera norteña no es solo para mí un baile, es una sensación inmensa de liberación cada vez que la bailas con tu compañera”. Esta danza es un baile sin contacto con el compañero, como la mayoría de las danzas folklóricas se basa en la mirada con el otro. “Los pañuelos son algo muy característico del baile pero lo que más la caracteriza es que el hombre baila con zapatos y la mujer descalza”.

A diferencia del folklore tradicional, en este baile la que seduce con picardía es la mujer, en cambio el hombre es el que acompaña y coquetea con la pareja, todo de forma visual. La vestimenta en los varones es el típico traje del cholo norteño,con poncho de telar y de hilo, acompañado de sombrero de paja ancho. Las mujeres visten vestidos típicos del siglo diecinueve, ya que no hay vestidos que se identifiquen de esa danza.

Ronald es morocho, flaco, de pelo lacio y oscuro con una inmensa sonrisa. Baila orgulloso de lo que hace. “Me da una inmensa alegría que desde la Municipalidad de La Plata nos den un espacio para mostrar lo que hacemos y más si es para ayudar al Hospital de niños”; el evento tenía como fin recolectar alimentos no perecederos.

“Desde el 7 de octubre del 2012 se celebra el día de la Marinera y a todos los que nos gusta este baile nos alegra que se haga ese día porque es el día que nace Augusto Áscuez Villanueva, uno de los mayores representantes de la Marinera”. Con gran sonrisa en la cara y un brillo inmenso en los ojos, Ronald comenta de la cultura que trae atrás del baile. La Marinera no solo es para Ronald un baile es su vida entera y con gran orgullo lo muestra a todos.


Gustavo Daniel Martínez
Centros Culturales de la ciudad de La Plata

Al ser una ciudad universitaria presenta un abanico de muestras culturales Argentinas y latinoamericanas.

Si estas en La Plata o resides en esta ciudad, viniste de visita, si eres estudiante o no. Te invitamos a conocer los diferentes espacios que nos brinda este hermoso lugar.

Acá te dejamos las direcciones de los centros culturales, donde encontraras multiculturalidad, muestras gastronómicas y variedad de eventos.

ü  Centro Cultura “La Casa de la Trova”
Diagonal 79 esquina 57
Talleres y peñas Folklóricas
Comidas típicas argentinas
Abierto: Martes, jueves y fines de semana desde las 19 horas

ü  Centro Cultural Espacio “HUAIRA”
Calle 46 entre 5 y 6
Peñas folklóricas
Comidas típicas Salteñas y jujeñas
Abierto: fines de semana

ü  Centro Cultural “Meridiano V” o “La Vieja Estación”
Calle 67 entre 16 y 17
Clases, Talleres y peñas
Abierto: todos los días

ü  Centro cultural Islas Malvinas
Avenida 19 entre 51 y 53
Peñas, talleres, muestras artísticas
Talleres y peñas

ü  Casa Lumpen
Calle 59 entre 8 y 9
Resto bar y peñas
Abierto: todos los días

ü  Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha
Calle 50 entre 6 y 7
Eventos para toda la familia
Exposiciones, cine, ferias, danzas, etc.
Abierto: todos los días hasta las 22 horas


ü  Galpón de Tolosa
Calle 3 y 516
Centro cultural expropiado
Eventos para toda la familia
Abierto: fines de semana

ü  Centro cultural y social Olga Vazquez
Calle 60 entre 10 y 11
Eventos culturales, talleres y peñas
Resto bar con Comidas típicas
Abierto: todos los días

ü  Centro Cultural  “La Salamanca”
Calle 60 y 10
Peñas andinas, talleres y comidas típicas del Norte Argentino
Abierto: jueves, sábados y domingos

ü  Centro Cultural “La Mecha”
Calle 1 y 64
Peñas folklóricas
Abierto: jueves viernes y sábados 



Vení a disfruta con tus amigos y familiares, de esta cultura hermosa; de paso puedes aprendes a bailar su folklore representativo: unas lindas chacareras, zambas ¡y por qué no un Tango!




Eliana Montoya Panche

Un reclamo que tiene historia: Defendamos la Educación Pública

Luego de cinco meses sin clases, la Escuela Superior Provincial de Danzas Tradicionales Argentinas, "José Hernández", retomó sus actividades. La lucha por un espacio propio y digno se remonta a la fundación de la escuela. La nueva edificación está en calle 17 entre 40 y 41.

La Escuela de Danzas Tradicionales Argentinas "José Hernández", fundada en 1948, es un Instituto Superior de Arte con Formación Docente y Técnico Artístico Profesional en Folklore, dependiente de la Dirección de Educación Artística de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.
Desde sus inicios, su oferta académica incluyó las carreras de Tecnicaturas, Magisterios y Profesorados de Arte en Danza Folklórica con Titulación Oficial y Nacional, que habilita a sus graduados para desempeñarse como docente en todos los niveles de la enseñanza, en el ámbito nacional.

Desde hace unos años atrás maestros y estudiantes de la Escuela de Danzas Clásicas y Contemporáneas, de 54 entre 7 y 8, y la de Danzas Tradicionales, de 7 y 59. Se han manifestado en distintas oportunidades puesto que tienen problemas edilicios. Estas instituciones que dependen de la Dirección Artística del Ministerio de Cultura y Educación. El jefe de gabinete de la cartera educativa, Luciano Sanguinetti,  ratificó que Danzas Clásicas y Danzas Tradicionales dejarían sus sedes actuales y pasarían a funcionar en un edificio de 63 entre 7 y 8. La construcción perteneció a una fábrica textil y el cambio de función demandaría varias reformas. Por lo que las movilizaciones no se hicieron esperar.

Primero realizaron cortes de calle cerca de sus aulas, luego llevaron la protesta hasta la vereda del consejo escolar, alumnos y docentes de las escuelas de Teatro, Danzas Clásicas y Danzas Tradicionales.

La demanda de mejoras para la castigada infraestructura de las escuelas de enseñanza Artística de la Ciudad llegó hasta la puerta de la Dirección General de Cultura y Educación. Tras los cortes de calle y la toma de la sede del consejo escolar, alumnos y docentes marcharon a la sede de 13 entre 56 y 57. La cartera educativa respondió a la inquietud con el anuncio de mejoras para la Escuela de Teatro y el traslado de Danzas Clásicas y Danzas Tradicionales a un edificio en calle 17 entre 40 y 41. Lugar donde funciona actualmente la escuela de danzas tradicionales "Jose Hernandez". 
“64 años de existencia deberían propiciar un destino más digno para una Institución Educativa Oficial Superior de Arte”

Roberto Colombo, el director de la escuela, dijo que el objetivo era dar clases para poder cerrar el ciclo académico que se perdió en los cinco meses sin clases. También, recobrar el número de matriculados que se redujo debido a que muchos estudiantes abandonaros sus carreras por no tener un edificio. Ahora, afirmó Colombo, deben "transformar estas viejísimas paredes húmedas, mal pintadas y destartaladas, en un lugar cálido, para poder apropiarse del lugar". Y agregó que todo lo realizarían sin dinero del Estado.
Por esta y muchas razones más adherimos a los principios que defienden la Educación Pública y hacemos un llamado a la sociedad para que juntos luchemos por ella.




 Eliana Montoya Panche

Los Chaza en Plaza Italia (La Plata)



Un domingo en La Plata no es un domingo cualquiera.
Así se viven las tardes domingueras como en Santiago del Estero, 
bailando: zambas, chacarera y todos los bailes típicos folclóricos.

En esta ocacion "Los chaza", grupo folclorico nos deleita con su musica.
A este grupo lo Integran el grupo Emanuel Lazarte (voz y guitarra), Benjamín Molina Chazarreta (violín), Charly Palermo (bajo y contrabajo), Pedro Pinceti (flauta traversa) y Pablo Vignati (voz, percusión y accesorios).

Este video hace parte de su participación en la "Juntada de La Plaza Italia" un domingo de otoño, Los Chaza invitan a bailar chacareras, zambas, escondidos, y gatos.
En esta ocasión nos muestran su repertorio que hace parte del nuevo material discográfico:

Temas: Arunguita (Andrés Chazarreta)
Gato tucumano
Chacarera del Recuerdo (Los Hermanos Abalos)
El 180 (Andrés Chazarreta)
El Escondido de la Alabanza (C. Carabajal, Hnos Simon)
La Familiar (Andrés Chazarreta)



Eliana Montoya Panche

jueves, 14 de noviembre de 2013

Polémico festival suspendido

 La movilización de los vecinos por las redes sociales en repudio a los festejos por el aniversario de la ciudad logró que el municipio suspendiera el recital folclórico.
  
 La Municipalidad de La Plata decidió el viernes 15 de noviembre no realizar el festival folklórico planeado por el 131° aniversario de la ciudad ante el reclamo de los vecinos que sostenían que "no hay nada para festejar", en referencia a la catástrofe del pasado 2 de abril que dejó a miles de familias desamparadas.
 Las autoridades municipales pretendían realizar un festival folklórico a beneficio de la cooperadora del Hospital de Niños Sor María Ludovica. Entre los artistas confirmados para la fecha se encontraban el Chaqueño Palavecino, Soledad Pastorutti y Los Totora, además de la participación de músicos locales.

 Las actividades se iban a llevar a cabo en la tradicional Plaza Moreno a partir del mediodía, con patrullajes y operativos de tránsito. Recordamos que el año pasado se produjo una multitudinaria convocatoria ante la visita del grupo puertorriqueño Calle 13.

 Sin embargo, esta vez el festejo no fue bien recibido por los platenses, ya que la ciudad consideró estar de luto a raíz de la desafortunada catástrofe del mes de abril y exigió que el dinero sea utilizado correctamente por la municipalidad, para el desarrollo de obras hidráulicas que impidan que se llegue a dar un hecho como el ya vivido.

 La sociedad platense comenzó la movilización en internet, a través de las redes sociales, donde exigían que sus reclamos sean escuchados por las autoridades, en especial por el intendente Pablo Bruera, a quien los damnificados le enviaron una nota pidiéndole que cancele el festejo por respeto a los fallecidos durante el temporal.
 Según la Agencia Periodística de Buenos Aires, Eduardo Karakachoff de la ONG Defendamos La Plata sostuvo que "en el marco del desaire y el abandono a damnificados e inundados, estar haciendo festejos me parece de un cinismo muy alto".
 Ante el multitudinario reclamo por los inundados, el municipio emitió un comunicado el viernes 15 donde dió marcha atrás al recital propuesto, para realizar en su lugar "una jornada de encuentro, reflexión y participación solidaria de todos los platenses".
 De esta manera, la Municipalidad propuso un Aniversario Solidario a beneficio de la Cooperadora del Hospital de Niños Sor María Ludovica, con la presencia de ferias productivas, venta de artesanías, muestras culturales y de colectividades tanto en Plaza Moreno como en Plaza Malvinas.
 En su comunicado informaban que "para transformar el dolor en una acción benéfica se solicita a los vecinos que se acerquen el próximo 19 a Plaza Moreno o Malvinas, hacerlo con pañales o leche larga vida, tal como lo solicitó la Cooperadora para los chicos que se atienden y recurren al Hospital de Niños de nuestra ciudad".
 También detallaron que habría puestos identificados de la cooperadora para la inscripción de nuevos socios y para recibir las donaciones.
  El día del aniversario se realizó dicha jornada con muestras e inflables para los más chicos, pero las agrupaciones barriales se reunieron en las escalinatas de la catedral para reclamar y recordar a los fallecidos en el temporal, demostrando su desacuerdo con las actividades que se estaban realizando.


 Luna Débora


 
La tragedia del 2 de abril que la ciudad no olvida






miércoles, 13 de noviembre de 2013

Amor a nuestra cultura

Años Anteriores en las escuelas primarias se daba folklore como una materia obligatoria a la cual se enseñaba no solo a bailar, sino a tener valores sobre el sentido de nacionalidad, respeto al prójimo y respeto a la mujer. La educación no es ajena ni imparcial al desarrollo de los valores morales, políticos y culturales de un chico en plena edad de crecimiento.

Sarah Vera, Vicedirectora del colegio Media 13 de La Plata en charla con El Malón Sigue nos comenta "Los docentes podrían tener una capacitación sobre los contenidos tradicionales del folklore y desde el Ministerio de Educación tendría que ser una materia con espacio horario en todas las escuelas del país", expresa con elegancia y muy bien vestida. 

"Si no fuera por los actos patrióticos y las pocas ganas de estar en clase no se practicaría folklore en mi escuela", opinó su preocupación por el poco sentido patriótico que los chicos tienen por las culturas propias. 

"Antes las escuelas dábamos desde una grilla escolar la cultura folclórica argentina, ahora eso se reemplazó por Cultura y Estética Contemporánea", dijo Sarah, a quien le gustaría que antes de aprender de otras culturas "se empiece con la cultura propia folklorica de la Argentina y de América Latina". Para ella, los chicos le mostrarían mayor valor a su cultura.

Muchos turistas al ver esta cultura amplia, que abarca desde el baile hasta artes manuales quedan maravillados y les representa una hermosa forma de conocer el país. "El Neoliberalismo de los 90 fue un gran detonante para que el sentido de lo propio quede casi destruido, pero el folklore se mantuvo en pie y no dejo de dar guerra a la globalización", dijo Sarita como le dicen cariñosamente todos en la escuela poniendo firmeza en su relato y seriedad en sus cejas.

"El joven que aplica el arte a su vida es una persona con muy baja posibilidad de convertirse en un delincuente, siendo así el folklore en las escuelas ayudaría a que la transferencia cultural de los pueblos, a socializar, compartir y educar sobre la base de esas vivencias autóctonas"; Sarita propone como un método de vida para la mejora social y poner desde la escuela al folclore no solo incentivaría a los chicos, también ayudaría al trato de los grandes con los chicos.


Gustavo Daniel Martínez

El folklore cannabico

El festival del FIFBA se vivió a puro día de calor, música alegre-pegadiza y faso, el sábado pasado en el bosque de La Plata, con la puesta en escena de Arbolito y Kalama Tropical.

Al llegar al bosque antes que tocaran las bandas, se podía ver fácilmente la gran cantidad de gente en autos, motos y a pie que se acercaba para disfrutar de la hermosa tarde. Entre toda la cantidad de gente que llegaba a pie estaban tres amigas Manuela Lescano (19), Carina Vega (20) y Ornella Gomez (18), muy simpaticonas y divertidas. Estaban cerca del escenario, donde tocaba Kalama, se genera una ronda antes que tocara la banda, donde de los bolsos de las chicas salieron una cerveza, marihuana, papelillos y un picador de porro. Manu destapa la cerveza, Ornella pica el porro, Carina le pasa el papel a Manu y, en menos de un parpadeo, el cigarro loco estaba armado. La tarde se pasó linda fumando un porro, charlando y riendo en el pasto mientras que más adelante otro grupo de cuatro chicos se encontraba haciendo lo mismo.  

A diferencia de años anteriores, la gente mayor que se encontraba en el FIFBA no se quejó del olor ni generó reproches a los jóvenes: hubo un acuerdo silencioso de paz. Las chicas que se encontraban contentas por el recital de Kalama tropical y ansiosas esperando el recital de Arbolito apagaron el porro a la mitad, guardaron el envase de cerveza y se pusieron a bailar divertirse con la música que ayudaba a la alegría del festival.

Finalizado el show  de Kalama Tropical el calor del baile se sintió, la sed llego a las gargantas y otra cerveza fue inevitable que se destapara y empiece a girar por la ronda. Seguido de la birra el faso que estaba a la mitad se volvió a prender, Arbolito comenzó a dar sus primeras notas musicales y un ambiente alegre entre todas las personas, otra vez el baile para ponerse a tono con el ritmo de la banda.


Terminado el recital de Arbolito el cansancio del baile se sintió y saliendo del bosque, Manu Lezcano contaba que "el ritmo de la música se prestaba para flasharla" refiriéndose a la marihuana y el ritmo de la música. "Arbolito tiene un ritmo de folklore mezclado y movido cosa que a la gente les gusta y mas que nada a los jóvenes de la edad nuestra”, concluyó.



Gustavo Daniel Martínez

Vivir de lo que nos hace bien

Marta junto a "La Émula", escultura hecha en su honor.


Entrevista a Marta Sarasola

 Bien de tardecita Marta me recibe en las puertas de su hogar ubicado a pocas cuadras de la Casa de la Trova, y me invita a pasar. Estando en la sala, como toda abuela – orgullosa-me cuenta de sus nietos, que estaban por ir a visitarla en unas horas.
  Lo primero que cuenta es el viaje que hicieron con el grupo de la Trova a Chascomús el pasado domingo. “Lindísimo… ¡bailamos al aire libre, viste que tiene otro sabor!” me contesta, con la sonrisa contagiosa que nunca se le borra del rostro.
 Marta Sarasola tiene 72 años y admite que el baile es lo que la mantiene vital, activa y felíz.  “No hay secreto, uno tiene también salud pero siempre fui así: lo que me gusta  ¡allá voy! Y lo que me gusta lo tengo que compartir, desparramar”.
 Su conexión con el baile inició desde muy chica y gracias a su padre, un obrero descendiente de gallegos que tocaba el bandoneón, no profesionalmente sino por puro placer. “De él aprendí la necesidad de hacer algo que te haga bien, de sentir que la música penetra.” comenta. Recordando un poco trae imágenes a su memoria de su infancia en Ensenada, “mi papá llegaba del trabajo, se sentaba en la galería de la casa de chapa, se ponía a tocar el bandoneón y me decía ¡Dale, vos bailá! Y yo me empezaba a mover libremente, sin nada pautado de andá para allá, vení para acá.”
 “A mí siempre me gustó el folklore, pero antes de los 60 no existía una movida folklórica. De chica fui a aprender a bailar a la Asociación Sarmiento pero nadie sabía en la escuela que yo iba a aprender a bailar folklore, quería evitar las burlas o los comentarios. En ese tiempo eran muy elitistas”, es lo que Marta destaca de su paso por la secundaria. También recuerda la dura mirada que había sobre aquellos que perseguían sus sueños, con comentarios sarcásticos como “mirá esa, quiere estudiar algo que le guste”.

Enseñar, un profesión que no abandona
Al terminar la secundaria y salir con título de maestra de grado, Marta analizó estudiar una carrera universitaria. Pasaron por su cabeza la psicología y la educación física. Pero finalmente estudió aquello que tanto anhelaba, un profesorado en orientación estética en el viejo Teatro Argentino donde tuvo clases de teatro, danzas, y de pintura con el artista León Ferrari –que considera lo más importante que le sucedió en esos tres años de estudio-.
 En lugar de trabajar en una escuela exclusivamente de estética, prefirió aplicar todo lo aprendido en su trabajo como docente de grado, reinventando y nutriendo su modo de enseñar, y acercando a sus alumnos al arte.
 Comenzó a trabajar como docente a los 18 años y admite que es una profesión que ama. Estudió danzas clásicas y se casó muy joven, “empezé a bailar solo para mí” dice.
 A los 22 años tuvo al primero de sus cuatro hijos y en su trabajo como docente aprovechaba para enseñar lo que podía de baile, con el simple fin de “mantener el vicio”.
 Acostumbró también a colaborar con talleres de baile en la escuela de sus hijos, y hoy en día lo hace en la de sus nietos. A Marta no le gusta la idea de realizar muestras o presentaciones y en lugar de eso prefiere convocar a la gente a participar con ella, “los chicos no reciben nada de un artista que sólo muestra, por eso me gusta hacer taller y compartir con ellos”.
 Da clases de baile en la Casa de la Trova desde hace siete años los martes y jueves de 19 a 20. Decidió que estas clases fueran gratuitas desde un principio, con el fin de que todo el que pasara y quisiera formar parte pudiera hacerlo. “A este taller la mitad  lo armé andando en la calle, invitando gente. Siento que uno se compromete más cuando no te pagan, de eso estoy segura” confiesa, destacando que la conexión con la gente es diferente porque no se termina con la clase. Ellos se siguen viendo y están en contacto, son como una familia.
 Los días martes recibe la visita de pacientes especiales del Hospital Ramos Mejía, como parte de un programa de integración, “así como hay gente de todas las edades también vienen personas con capacidades diferentes” y destaca la capacidad de ellos de meterse en el clima que propone.
 La idea que hoy se mantiene en la Trova inició en la Facultad de Agronomía –en la cual estudió y se recibió uno de sus hijos- hace 22 años atrás, cuando en 1991 Marta decidió dejar la docencia para dedicarse plenamente al baile, iniciando con sus talleres populares aunque admite “nunca pensé que se iba a producir esta bomba, así, ¡con tanta gente! “. En dicha facultad comenzó a dictar clases gratuitas de folklore formando parte del Centro de Estudiantes de “los independientes” abierto a la comunidad, del que formaba parte su hijo.
 Cuando terminó de dictar sus clases en la casa de altos estudios  a Marta le ofrecieron otro lugar para enseñar de forma gratuita al público, la Casa Amarilla ubicada en 121 y 38. Varios Años después llegaría a la “Casa de La Trova”.

El familión de la Casa de La Trova
 Marta es acompañada por su madre –una mujer coqueta de 101 años - en cada clase desde hace dos años, cuando vino a vivirse con ella. En la Trova se entretiene observando la clase desde un rincón y charlando con los que toman un descanso entre baile y baile.
 Recordando el viaje a Chascomús, cuenta que fueron acompañados por un grupo de “gente grande”. “Grande... ¡Como si yo tuviera quince años!” reflexiona y se ríe, continuando con la anécdota del domingo donde explica su desacuerdo con que separen a las personas por grupos, estereotipándolas. “Dividían a todos los de la tercera edad por acá y los otros por allá ¿Y por qué no juntos? Es como que te ponen un sello”.
 Ese día bailaron todos, pero  Marta notó lo que sucede la mayoría de las veces, que la gente no logra sacar afuera lo que va sintiendo, “traen la vergüenza por su cuerpo ¡Que no es mi caso! El miedo a hacer el ridículo, a lo que van a pensar los demás”.
 Lo que ella busca a través del baile es lograr que las personas se liberen y logren expresar lo que sienten; que comiencen a comunicarse con otros. De todas formas, durante la clase, no le gusta que las personas se detengan a charlar o se salgan del clima que se genera. “Si vos le sacás el clima o te salís de él es como nada, ir al gimnasio” comenta algo seria.
 Si uno la ve bailar se contagia de la vitalidad y energía que transmite y ni siquiera se imagina que posee dos hernias de disco que la aquejan en el ciático, generándole fuertes dolores en la pierna. “¡Es imposible que pare!”  dice riendo mientras se acomoda su larga pollera floreada. Además, asegura que el baile ayuda al cuerpo.
 Ahora que tiene ese problema de salud, reconoce que se sienta y ve más…”antes no paraba un segundo” expresa.  Entonces comenzó a observar más a las personas y sus cambios. “Hay gente que vino muy estructurada o diciendo ‘vamos a ver qué es esto´ y ahora están metidos en la salsa esa que armamos. ¡Los cambios son sustanciales! Y se nota mucho más en la gente grande, en los adolescentes y en las chicas especiales”. Los jóvenes que empiezan a concurrir a las clases se encuentran con otra música folklórica, que no es siempre la misma.
 El mayor avance lo notó en las chicas especiales del Hospital, que han comenzado a comunicarse.
 Marta sabe que cada público es atrapado de manera diferente, con diferentes tipos de música. Es por eso que siempre lleva su bolsa de CD’s a todas partes, para que nunca le falte nada.
 Antes de llegar a la Trova, trabajó en La Casa del Pueblo, en la Casa Amarilla que según ella “tenía magia”, en el almacén San José, en el Pasillo de las Artes y en Suteba. “Duraba en esos lugares hasta que los dueños se daban cuenta de que conmigo no se iban a enriquecer, yo pagaba los lugares para dar la clase, pero ya no las cobro”.
 Además de la Trova también da clases los jueves  de 9 a 11 de la mañana en el Teatro Argentino.   Recientemente con su grupo fueron convocados para dar una muestra en la Biblioteca Braille el miércoles 13 de noviembre. Remarca que “se genera una necesidad de ir al taller en la gente, ya somos un familión”. Esto permite entender la razón por la que semanas atrás los que concurren a La Trova decidieron organizar una peña en su honor.
 Inevitablemente Marta genera admiración en quien la ve. Por eso se entiende al artista que al verla bailar quedó maravillado con sus movimientos y su forma de compenetrarse con la música y decidió construir una escultura en honor a ella.
 “La Émula” –nombre de la obra de arte-  se encuentra en Santiago del Estero y no es lo único construido por y para ella, sino que también músicos han compuesto canciones inspirándose en la bailarina y su gran personalidad, que sigue invitando a todo aquel que quiera unirse a ese lugar místico que alegra martes y jueves, la Casa de La Trova.

Luna Débora

martes, 12 de noviembre de 2013

Un grupo de platenses y su pasión por las raíces folclóricas

“Danzar es bailar, es poner en movimiento nuestro cuerpo acompañando con los pies al compás”

Así nació, en 1990, con un enfoque creativo de la profesora de Folklore  Marta Sarasola, “El Taller Ciudad de La Banda” como todos los Martes y Jueves de 19 a 21 horas aproximadamente y fines de semana en el centro cultural “La Casa de la Trova” espacio en el que se encuentran los amantes de este género musical para bailar y pasar un muy buen momento.
Al llegar al taller se puede sentir el compañerismo de todas las personas que integran las clases y no hay una sola forma de bailar, ni un solo estilo para hacerlo. Bailan porque sienten la música y aprenden a expresarla, se ven felices, se conocen entre todos, y tienen un sentimiento de pertenencia a dicho espacio.
El viento los hace girar, las palmadas en los muslos nos invitaban al zapateo, el caminar coqueto de las mujeres nos traslada a danzar a ritmo de un carnavalito, de una chacarera, o de alguna zamba.
En esta oportunidad nadie tuvo impedimento, todos sacamos a relucir nuestros movimientos para el disfrute, para bailar con algún amigo, para barrer el piso con pañuelos, reír y cansarnos de tanto bailar
La profesora Marta nos cuenta que este "Es un taller abierto a la comunidad. Hemos llegado a ser 70 en una clase. Aquí no se forman bailarines. Lo que se intenta es rescatar aquello que todos tenemos dentro y que lleguen a desarrollarlo. No hay estructuras básicas, no hay exigencias. Cada uno llega a bailar según sus formas y tiempos".
En este contexto, muchas de las personas que se acercan a las clases de folklore, sostienen la misma opinión respecto del taller, pues a través de la imaginación, de la música y de la mano de la Profesora, mantienen viva  la alegría de vivir el folklore desde una mirada diferente, desde lo que son y fueron sus bailes en cada lugar del país y desde sus propias raíces, como forma de no abandonar, ni olvidar sus tradiciones, teniendo todos la oportunidad de expresarse. En este ambiente se vivencia que lo estructurado de las danzas, se fue transformando a través de la magia de las palabras.
Ya es una tradición: el taller de danzas folclóricas, que lleva por nombre “Ciudad de La Banda”, ciudad santiagueña, cuna del Folklore Argentino, de donde surgieron los mayores exponentes de este género musical, a donde viajan desde hace veinte años para festejar el "cumpleaños de la Abuela Carabajal" junto a gente de todo el país y  coordinado por Marta Sarasola, unidos bajo el mismo propósito, buscando mantener con vida las raíces de la música popular.
Actualmente el taller, además de darse en distintos centros culturales, se lleva a cabo tanto en escuelas, plazas públicas, como también en algunos hospitales e incluso se dicta de vez en cuando en el Teatro Argentino, a las clases va gente de todas las edades  y se hace integrado con personas de capacidades diferentes, que trae la misma Marta desde algunos hospitales y de centros especializados. 
Es así, como en la Ciudad de La Plata, encontramos esta propuesta integradora y de mano de la profesora Marta, una mujer que ha estado desde siempre en el mundo de este género popular y que a propósito tiene la noble tarea de transmitir sus experiencias a quien las quiera recibir.
               
 Eliana Montoya Panche.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Siempre Salta visita La Plata

Noticia
Por: Sol Rodriguez

El vienes 8 de noviembre el trió de voces, que es revelación de la música del folklore en los escenarios mas importantes del país, presenta su ultimo disco "A Pedir de Boca" en la Ciudad de La Plata




El grupo de folklore "Siempre Salta" presenta su nuevo disco este viernes 8 de noviembre a las 22, en el centro cultural La Salamanca ubicado en 60 y 10.
La particularidad de su música se caracteriza por la amplia combinación de instrumentos clásicos combinados con instrumentos electrónicos.

A lo largo de sus 10 años mantuvo un espíritu tradicional del folklore Salteño. Compartieron escenario con grande cantantes de la música del folklore, como Teresa Parodi y el Chango Nieto, entre otros.
Participaron de los festivales más importantes del país: “Festival Mayor de Cosquin”; “La jineteada” en Entre Ríos; “Festival Nacional Serenata a Cafayate. En el 2007 resultaron ganadores del Festival de la Canción “,  aclamados como revelación y consagración del evento.

“Estoy muy contento por tener la oportunidad de presentar nuestro nuevo disco en la Ciudad de La Plata donde crecí”, dice Carlos Rossi uno de los integrantes del grupo.
Además de su nuevo disco anteriormente editaron otros: “Semilla de Pueblo”, “Por Toda La vida” y  “Es Cuestión de Tiempo”.


Este verano  los espera una extensa gira, en la que visitaran la Ciudades de Córdoba, Salta, Jujuy y Tucuman, donde presentaran su nuevo disco, en el que se ve reflejado el trabajo de los últimos años. 
El próximo viernes esperan reencontrase con el publico amante del folklore en La Ciudad.  

Sol Rodriguez

lunes, 4 de noviembre de 2013

La naturaleza como escenario

Nota de territorio
FIFBA 2013




Bienvenidos a la 5ta. edición del Festival Internacional de Folklore de la provincia de Buenos Aires, anunciaba el cartel como una invitación diferente a los domingos platense en el Paseo del Bosque. Ese lugar entre árboles que brinda un espacio tranquilo, donde las familiar pasan su tiempo libre. El fin de semana del 11 de octubre se convirtió en una fiesta, desde las 14:30 hasta el fin de la  programación de ese día. 
Durante tres días los amantes del folklore disfrutaron de la música, el baile, las visitas de cantantes internacionales y el encuentro con ídolos populares, como Teresa Parodi, Luciano Pereyra  y Arbolito, entre los 45 músicos que se presentaron.

Los espectadores pasaron por los cuatro escenarios preparados para las diferentes bandas, uno de ellos tenia la particularidad de poder disfrutar de los artistas cara a cara. En el Fogón los músicos y los oyentes eran uno solo en forma de ronda, esto proporcionaba un ambiente familiar, impensado para los fans que lo disfrutaban extasiados.

Cerca de la gruta del bosque donde jugaban los niños a las escondidas, había una calle asfaltada con 30 puestos, rodeados por una humareda con olor a choripan, que ofrecían comida al paso y bebidas.

Cuando alguna banda comenzaba a tocar, la gente dejaba lo que estaba haciendo y de distintos lugares del bosque se movían, casi como en una peregrinación, hacia el escenario que brindaba el espectáculo.
Los más expertos fueron bien preparados, llevaron reposeras, equipo de mate y heladeras para mantener el frío de las bebidas que tomaban mientas disfrutaban de la guitarreada y el baile. No solo los cantantes eran protagonistas, cientos de parejas los acompañaban debajo del escenario ofreciendo un show de baile, que los más tímidos observaban encantados.

El espíritu de este evento, que se realiza una vez al año desde hace media década, se caracteriza principalmente por su programación vital, abierta y por sobre todo inclusiva, que permite que los clásicos y los nuevos talentos se encuentren con la gente.

Nota:
Cuatro escenarios ofrecieron propuestas diferentes:
El escenario “Panorama” fue el más grande del festival, una de las bandas que toco en el fue Dancing Moon.
El escenario “Alternativo” donde se escucho música de bandas internacionales como La 33 de Colombia.
El “Fogón”, un lugar más intimo que permitía estar cara a cara con diferentes músicos, entre ellos, Peteco Carabajal.
El “Siestario” donde se daban tallares para niños y conciertos acústicos entre almohadones y hamacas paraguayas. La cantante Sofía viola se hizo presente en ese espacio.
El zambodromo donde se daban clases de baile acompañadas por orquestas criollas.



 Sol Rodriguez